Los recién nacidos son muy guapos y me encanta fotografiarlos pero cuando los bebés son más grandes y tienen unos cuantos meses son literalmente para comerselos a besos! 

Con tres-cuatro meses los bebés suelen ser más activos y despiertos, muy atentos a lo que pasa en su entorno, pueden seguir un objeto en movimiento (la cámara de fotos por ejemplo), abrir y cerrar las manos, emitir sonidos y gorjeos y hacer toda clase de expresiones faciales. Si a todo esto le sumamos un niño con unos ojos azules impresionantes, tenemos una combinación perfecta para una sesión de fotos natural en casa con sus papis (que además están mucho más relajados porque ya pueden dormir por la noche!).

Con Manuel no podía parar de hacer fotos, estaba tan curioso de mi presencia y de la cámara que estuvo todo el tiempo mirándola, regalándome sonrisas y toda clase de caritas súper simpáticas. Casi casi me lo llevaba a casa :-) < Enfin, ha sido una sesión lifestyle muy muy agradable, serena y divertida y los papis de Manuel encantados con las fotos entregadas. Así de bonito me escribía Pilar, la madre de Manuel: "Son preciosas las fotos; nunca nos habían hecho fotos así de bonitas. Las fotos reflejan exactamente lo que sentimos, transmiten todo el amor".  Así es mi fotografía lifestyle, regalando emociones.